A continuación bajamos para ir al encuentro del río Pereiro y sus cascadas.
Lo más difícil de esta ruta llega poco después de pasada el área recreativa de O Castro, desde donde por cierto se obtienen maravillosas vistas de la ría de Pontevedra con la inconfundible silueta de la Isla de Tambo.
La dificultad estriba en la bajada por un pedregoso cortafuegos, por eso califico la ruta de moderada y la desaconsejo en caso de días lluviosos por posibles molestos resbalones.
Una maravilla el enclave en donde el río Pereiro además de las fervenzas nos ofrece unas refrescantes pozas y en donde encontramos un rústico pontón de madera para cruzar a la otra orilla.